El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, declaró que considera posible realizar reformas políticas en su país tras los comicios parlamentarios de otoño de 2012.
“Estamos estudiando las tendencias mundiales. También pensamos transformarnos, modernizar nuestro sistema político. Tras celebrar las elecciones parlamentarias, deberemos dedicar atención a una reforma del sistema político de nuestro país”, dijo.
En entrevista a periodistas chinos Lukashenko señaló en la situación política en Bielorrusia es estable, “no ocurre ninguna catástrofe en este sentido. Avanzaremos lentamente en esta dirección”, señaló.
Lukashenko recibió su primer mandato presidencial en 1994. En diciembre de 2010 fue reelegido en cuarta ocasión. La oposición denunció falsificaciones en el escrutinio de votos durante la última campaña electoral y organizó una protesta multitudinaria que fue reprimida violentamente.
Unas 700 personas fueron detenidas y apaleadas. De hecho todos los candidatos a la presidencia rivales fueron internados en la cárcel. Siguen recluidos hasta la fecha Nikolái Statkévich y Andréi Sánnikov, así como Dmitri Bondarenko, apoderado de un candidato.
Algunos políticos occidentales llaman a Lukashenko “el último dictador de Europa”.
