La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Navanethem Pillay, llamó a las autoridades de Egipto a poner fin a la represión violenta de las manifestaciones e investigar las muertes de civiles durante los disturbios que sacuden el país por quinto día consecutivo.
“Llamo a las autoridades de Egipto a poner fin al uso obviamente desproporcionado de la fuerza contra los manifestantes congregados en la plaza Tahrir (El Cairo) y otras partes del país”, declaró Pillay al tachar de inadmisible el uso del gas lacrimógeno, bolas de goma y arma de fuego contra gente desarmada.
La Alta Comisionada calificó de espantosas las imágenes de los apaleamientos de manifestantes y las informaciones sobre que las personas desarmadas son asesinadas de un tiro en la cabeza.
“Deben realizar una investigación pronta, imparcial e independiente y enjuiciar a los responsables”, dijo Pillay señalando que en vez de aliviar la agravada situación en el país, las fuerzas armadas la empeoran y provocan manifestaciones cada vez más masivas.
La representante de la ONU instó a las autoridades a cumplir con sus compromisos de proteger a la población civil y garantizar la seguridad y el orden público de cara a las elecciones parlamentarias programadas para el próximo 28 de noviembre.
Egipto es escenario de disturbios masivos desde el pasado fin de semana. En El Cairo y Alejandría se producen enfrentamientos entre los manifestantes y los agentes de seguridad que causaron hasta el momento de 31 a 35 muertos, según diversas fuentes, y unos 2.000 heridos.