El reelecto presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó que su victoria en las elecciones presidenciales de su país también es una victoria de sus colegas y amigos, el presidente venezolano Hugo Chávez y el líder revolucionario cubano Fidel Castro.
Así lo declaró Ortega en su primer discurso en la televisión nacional después de las elecciones celebradas el domingo pasado.
"Esta victoria del pueblo nicaragüense también es una victoria de esas dos grandes revoluciones. La revolución cubana y la revolución bolivariana, y claro, no se queda atrás la revolución popular sandinista", dijo Ortega.
El presidente llamó a la oposición nicaragüense, que no reconocen la victoria de los sandinistas en las elecciones, tener en cuenta los resultados electorales oficiales, que indican no sólo la victoria incondicional de Ortega a la presidencia y la del Frente Sandinista de Liberación Nacional en su lucha por el control del Parlamento.
"Debemos ser capaces de aceptar la derrota, como lo dice una vieja canción: debemos saber perder, pero también debemos saber ganar", señaló Ortega.
El mandatario prometió que en los próximos cinco años gobernará limpiamente. "No habrá arrogancia o superioridad sobre los perdedores", afirmó.
Según los últimos informes del Consejo Supremo Electoral de Nicaragua, Ortega se adjudicó el 62,66% de los votos después del escrutinio del 85,8% de los sufragios, lo que hace inaccesible, la presidencia al resto de los candidatos.
ALBA es una iniciativa de los líderes de Cuba y Venezuela, presentada en 2004 en oposición a la iniciativa de la zona de Libre Comercio de las Américas. La composición del ALBA incluye países latinoamericanos como Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda.