El presidente sirio, Bashar Asad, en una conversación telefónica con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que el ejército y la policía concluyeron todas las operaciones militares contra los manifestantes.
Ban, anteriormente pidió al líder de Siria la detención de todas las operaciones militares y los arrestos masivos de forma inmediata.
Las protestas antigubernamentales comenzaron en el país a mediados de marzo pasado, en el sur del país y luego se extendió a otras regiones. Los defensores de derechos humanos afirman que hasta dos mil personas perdieron la vida en los choques con las fuerzas de seguridad.
Las autoridades sirias a su vez responsabilizan dad por los desórdenes a “los elementos extremistas armados que gozan del apoyo de unas fuerzas exteriores” y declaran que a raíz de disturbios perecieron unos 500 militares y agentes de seguridad.