Rusia desea ser un socio real, no un observador pasivo en la creación del sistema de defensa antimisil (DAM) en Europa, manifestó el embajador ruso ante la OTAN, Dmitri Rogozin, en declaraciones publicadas anoche por el periódico estadounidense The Washington Post.
Rogozin subrayó que Moscú aspira al papel de socio real en el futuro sistema DAM, no de un “observador pasivo” que contempla las operaciones de EEUU “como un turista de visita en un planetario”.
Insistió en que el sistema DAM sea proporcional a la amenaza que, a juicio de EEUU, emana principalmente de Irán. El plan estadounidense de emplazar en Europa, hacia finales de esta década, avanzados sistemas de defensa antimisil le parece a Rogozin más apropiado para frenar un hipotético ataque por parte de Rusia, no Irán.
Las partes difícilmente podrán cooperar a falta de confianza recíproca, y ésta es imposible si no hay cooperación, por lo que Rusia desea “romper el círculo vicioso” y penetrar “dentro del sistema”, dijo.
Los americanos dicen que quieren tirar liebres pero sugieren llevar armas capaces de abatir un oso, declaró Rogozin, un cazador ávido, al conversar con el columnista de The Washington Post, David Ignatius.
El vicecanciller ruso Serguei Riabkov, quien también estuvo presente en esa conversación, recordó por su parte que Moscú solicita una garantía legal de que el futuro sistema DAM no será usado contra ella. Al mismo tiempo, admitió que la Administración estadounidense difícilmente va a proporcionar tal documento por motivos políticos.