La decisión de las autoridades de EEUU de imponer nuevas sanciones unilaterales contra compañías de Irán, esta vez contra una operadora portuaria y otra de aviación, bajo el pretexto de estar supuestamente involucradas “en la proliferación”, suscita preguntas serias, declaró hoy la cancillería rusa.
“Tal actitud, basada en el empleo extraterritorial de la legislación de EEUU, crea potencialmente una situación en que pueden verse afectadas también las empresas rusas que cooperan con dichas compañías. Además, mina las bases de nuestra cooperación en el marco del “sexteto” y hace daño al prestigio del Consejo de Seguridad de la ONU.
Pues origina sospechas de que la política de sanciones de EEUU contra Irán persigue objetivos distantes al fortalecimiento del régimen de no proliferación de las armas de destrucción masiva”, dice un comentario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
La Secretaría de Hacienda de EEUU amplió la víspera la lista de las compañías con que está prohibido estrictamente concertar transacciones. En esa lista fueron incluidas la compañía nacional de aviación Iran Air y la operadora de puertos marítimos de Irán, Tidewater Middle East.
Un representante del Departamento de Estado de EEUU, que prefirió guardar anonimato, afirmó que las autoridades de Irán utilizaron a ambas para crear armas de destrucción masiva.
De la respectiva disposición publicada en la página web de la Secretaría de Hacienda se desprende que en dicha lista fueron incluidas también la compañía de inversiones iraní Mehr-e Eqtesad-e, la de comercio Benham Shahriyari Company e Iran Air Tours, sucursal de Iran Air.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en junio de 2010 una nueva resolución que estipula recrudecer las sanciones impuestas a Irán. Es la cuarta resolución emitida por ese organismo de Naciones Unidas debido a la negativa de Teherán de cumplir las exigencias de la comunidad mundial y aclarar unos aspectos de su programa nuclear, incluido su supuesto componente militar.
