El canciller ruso Serguei Lavrov alertó hoy contra una solución militar de la crisis política en Costa de Marfil, para no desestabilizar la situación en otras naciones del África.
Al reunirse este martes en Moscú con el ministro de Exteriores senegalés, Madické Niang, Lavrov se pronunció por avalar la búsqueda del arreglo político en Costa de Marfil a través del Consejo de Seguridad de la ONU y subrayó que “resulta absolutamente inadmisible la injerencia externa en el proceso electoral, y aún más, una intervención militar que conllevaría desestabilización en el África Occidental y en la totalidad del continente, habida cuenta de las próximas elecciones en 13 países africanos”.
“No podemos sentar precedentes de esta laya, dar un mal ejemplo que se usará cada vez que alguien se muestre descontento con los comicios”, resaltó.
El Consejo de Seguridad de la ONU prohibió en 2004 todo tipo de suministros o ayuda militares a Costa de Marfil, por lo que “cualquier injerencia militar supondrá una violación de la resolución en vigor”, afirmó el canciller ruso. Manifestó la esperanza de que la crisis sea resuelta “en el marco de las gestiones que emprenden actualmente los países de ECOWAS”, la Comunidad Económica del África Occidental.
El dirigente opositor Alassane Ouattara, según la Comisión Central Electoral, se impuso sobre el mandatario actual de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que tuvieron lugar a principios de diciembre pasado pero el Consejo Constitucional invalidó el escrutinio en algunas regiones atribuyendo la victoria a Gbagbo. La ONU y la Unión Africana, entretanto, reconocieron como legítima la elección de Ouattara.
Ambos contrincantes se proclamaron presidentes, lo cual dio origen a desórdenes que provocaron más de 200 víctimas, según los datos más recientes. Más de 20.000 personas, básicamente, mujeres y niños, prefirieron escapar de Costa de Marfil a Liberia. Otras naciones vecinas – Burkina Faso, Mali y Ghana – también están preparadas para el flujo de refugiados. La oposición marfileña exhorta a la Unión Africana a usar la fuerza para que Gbagbo abandone la presidencia.
