La OTAN proclamó hoy en su cumbre de Lisboa la decisión de reiniciar las relaciones con Rusia, con la que desea promover una cooperación estratégica en diversos terrenos, incluida la defensa antimisil.
El secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, resaltó que la cumbre del Consejo Rusia-OTAN, celebrada este sábado en la capital portuguesa, marca un “reinicio” de las relaciones bilaterales y que “es hora de modernizarlas y construir una asociación verdaderamente estratégica”.
Los 28 países miembros de la OTAN y Rusia, según él, “son capaces de hacer mucho para la seguridad internacional, si actúan de forma conjunta”. “Nuestra seguridad es indivisible”, subrayó.
A modo de ejemplo, Rasmussen mencionó que la OTAN y Rusia ya completaron el desarrollo de “un mecanismo que permitirá mejorar el tránsito de las mercancías (civiles) para la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán” (ISAF) a través del territorio ruso.
Rasmussen comunicó este sábado que 48 naciones implicadas en la misión de la ISAF van a iniciar a principios del próximo año el traspaso de las funciones en materia de seguridad a las autoridades afganas, proceso que planean terminar para finales de 2014, siempre y cuando la situación en estas fechas les permita cesar las operaciones de combate y pasar al desempeño de “un papel más auxiliar”.
La Declaración Final que la OTAN adoptó este sábado al término de su cumbre en Lisboa deja constancia de que los países miembros planean “fomentar las posibilidades de defensa antimisil para proteger a la población, los territorios y las tropas de las naciones europeas de la OTAN” y que “invitan a Rusia a colaborar con ellos”.
“Tenemos la intención de cooperar activamente con Rusia en el ámbito de defensa antimisil, incluida la reanudación de ejercicios para la protección del teatro de operaciones militares”, consta en ese documento.
La OTAN suspendió los simulacros conjuntos con Rusia y varios programas de cooperación más después del conflicto ruso-georgiano en torno a Osetia del Sur, en agosto de 2008.
“El diálogo y la cooperación con Rusia nos ayudan a superar las discrepancias, fomentando la confianza recíproca, la transparencia, la previsibilidad y la comprensión mutua”, dice la Declaración Final.
Los líderes de los 28 países miembros ven en el Consejo Rusia-OTAN un foro para el diálogo político y se declaran dispuestos a debatir en este marco todo un abanico de temas que son de mutuo interés, entre ellos, Afganistán, los principios de la OSCE, los despliegues de tropas que podrían interpretarse como amenaza, arsenales de armas nucleares de corto alcance, etc.
El embajador de Rusia ante la OTAN, Dmitri Rogozin, señaló hoy en una entrevista con RIA Novosti que “la Alianza trata de convertirse en una máquina de seguridad versátil, dispuesta a ocuparse no sólo de las tradicionales amenazas bélicas sino también de nuevos retos como la seguridad energética o el ciberterrrorismo”.
La versatilidad de la OTAN, a su juicio, consiste en particular en la disposición de actuar fuera de la geografía de los países miembros y resolver las situaciones de crisis mediante prevención y arreglo.
