Seguir formando parte de España en las condiciones actuales "es lo más perjudicial para Cataluña, también desde el punto de vista económico", dice a Nóvósti Elena Jiménez, de la Junta Nacional de de la plataforma cultural independentista Omnium Cultural y responsable de su comisión internacional.
"El déficit fiscal, que las propias autoridades españolas fijan en unos 8.000 millones de euros anuales, la falta de inversión pública en territorio catalán o la imposibilidad de diseñar políticas económicas adecuadas a las necesidades de Cataluña son motivos consistentes para separarse de España", contesta Jiménez al cuestionario enviado por Nóvosti.
"En España existe una situación desconcertante y no permitida en otros países que sí son federales: aquí se vulnera el principio de ordinalidad, después de contribuir, los territorios con quien hemos sido solidarios disponen de más recursos que nosotros. Hoy, el coste de la vida es más alto en Cataluña y al mismo tiempo, la media de pobreza está ahora mismo por encima de la estatal. No tiene sentido seguir con el sistema actual y el Gobierno español se ha negado sistemáticamente a cambiarlo", explica la portavoz de una de las dos plataformas ciudadanas que lidera el movimiento independentista que ha sacado a la calle a decenas de miles de personas en los últimos años.
Ricard Gené, miembro del Secretariado Nacional de la Asamblea Nacional de Cataluña y responsable de relaciones internacionales de la organización, comparte el mismo escenario. "Cataluña es perfectamente viable como Estado independiente" explica a Nóvosti, en vísperas de la consulta secesionista alternativa que mañana se celebra en Cataluña.
"Más allá del discurso del miedo que se divulga por parte de los medios de comunicación y los partidos políticos españoles, no existe un debate sobre esa viabilidad, que se da por descontada. En ese sentido, para Cataluña probablemente sea más ventajoso ser independiente".
Gené rechaza las críticas contra la "rica" región catalana que se quiere separar de España. "No es cierta la falta de solidaridad y sí es cierto, en cambio, que existe una falta de justicia en la redistribución de los recursos económicos" asegura a Nóvosti el dirigente de esta plataforma ciudadana a favor de la independencia.
"A pesar de que el aspecto económico tiene su importancia, la verdadera raíz del conflicto no es económica, sino política, con la constante erosión de la autonomía política y una recentralización de España que afecta a todos los campos de la vida ordinaria (social, cultural, económico, lingüístico, infraestructuras, etc.), por lo que se trata de un conflicto político basado en muchas causas, incluso históricas".
Los dos portavoces coinciden en que Cataluña es una sociedad plural y al mismo tiempo cohesionada, "donde las discrepancias se entienden como saludables".
"Más del 80% de los catalanes quiere votar en un referéndum pactado y eso es lo que une la población, las ganas de decidir democráticamente nuestro futuro. Los conflictos políticos en la Europa del siglo XXI deben resolverse votando" afirma Elena Jiménez a Novosti.
