Ninguno de los 28 cuerpos desenterrados en las primeras fosas clandestinas encontradas la semana pasada cerca de la ciudad de Iguala, estado mexicano de Guerrero, son de los 43 estudiantes secuestrados por policías y desaparecidos hace 18 días, dijo este martes el Procurador General de México, Jesús Murillo.
"Les puedo decir que en las primeras fosas encontradas, las primeritas (cinco de nueve), ya tenemos algunos resultados: les puedo decir que no corresponden a los ADN de los familiares de estos jóvenes", indicó en conferencia de prensa el Procurador (fiscalía federal) en su sede capitalina.
El alcalde prófugo de Iguala, José Luis Abarca (centroizquierda), está vinculado con la desaparición de los estudiantes y con el grupo narcotraficante Guerreros Unidos, que controla la policía municipal de esa Iguala, 200 km al oeste de la capital mexicana, dijo el procurador Murillo.
Ese grupo criminal es una rama del cártel de los hermanos Beltrán Leyva, cuyo último miembro, Héctor, apodado El H, fue arrestado pocos días después del secuestro de los estudiantes.
Los 43 estudiantes de magisterio rural fueron entregados por policías de Iguala a otros policías del vecino municipio de Cocula, quienes después los entregaron a narcotraficantes del grupo Guerreros Unidos.
Una veintena de policías municipales de Cocula, estado de Guerrero, ya fueron detenidos con base en trabajos de espionaje, y confesaron su participación en el secuestro de estudiantes.
Fosas con restos humanos, pero no de estudiantes
Las autoridades encontraron las primeras cinco fosas con 28 cuerpos el domingo 5 de octubre –tras las primeras detenciones de policías municipales de Iguala-, y luego encontraron otras cuatro el jueves 9, de las cuales no se han dado detalles.
La opinión pública en México teme lo peor desde que fueron encontradas las primeras fosas, días después de que los estudiantes fueron atacados por policías de Iguala y narcotraficantes, la noche del 26 de setiembre hasta la madrugada siguiente, con saldo de seis muertos, 20 heridos y 43 estudiantes desaparecidos.
Al mismo tiempo, este martes se registró el hallazgo de una nueva fosa clandestina, de la que no se conoce su extensión ni contenido de restos, dijo sin ofrecer detalles a la agencia Nóvosti una fuente de la Procuraduría General de la República (PGR) que pidió el anonimato.
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguire, del Partido de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda), anticipó este martes que las primeras cinco fosas clandestinas, encontradas el domingo 5 de octubre, con 28 cuerpos, "no necesariamente son fosas recientes".
El Gobernador de Guerrero adelantó ese perturbador anuncio un día después de los violentos disturbios en Chilpancingo, capital del estado, localizada a medio camino en la autopista que conecta a la Ciudad de México con el famoso puerto turístico de Acapulco, –sin víctimas-, en los cuales participaron los familiares y compañeros de los desaparecidos.
"Algunas de esas fosas no fueron excavadas recientemente, cuatro o cinco son recientes otras no lo eran", enfatizó el Gobernador, un día después que el Palacio de Gobierno de Guerrero fue incendiado y otras sedes gubernamentales apedreada y destruidas por manifestantes.
Por su parte, el presidente Enrique Peña dijo este martes que su gobierno "tiene la responsabilidad del esclarecimiento de los hechos (la noche del 26 de septiembre), de encontrar a los jóvenes estudiantes -de quienes se desconoce su paradero-; y de dar con los responsables materiales e intelectuales".
"Yo espero que a la brevedad podamos dar los resultados y dar todo el esclarecimiento de estos hechos, ya que la sociedad demanda justicia", en el estado de Guerrero, suroeste de México, dijo el mandatario.
