Los problemas en las infraestructuras, la falta de medicamentos y la presencia de roedores son algunos de los problemas localizados en los hospitales federales de Río de Janeiro, según el último informe divulgado este jueves por la Defensoría del Pueblo de la ciudad brasileña.
La institución que realizó inspecciones a seis hospitales de la red federal constató la falta de 1.226 médicos en Río de Janeiro, una ciudad en la que unos 13.851 pacientes esperan cirugía con urgencia.
Entre los hospitales visitados, el Hospital de Andaraí mostró las mayores deficiencias según el inspector, Daniel Macedo, quien afirmó haber encontrado "ratones y ratas paseando entre los pacientes de Oncología" y la sala de Radiología "sin la debida protección de plomo para garantizar la seguridad de los enfermos y los trabajadores".
Además, Macedo detalló como de los ocho ascensores del hospital solo se encontraban tres en funcionamiento durante la inspección que en uno de ellos serían transportadas indistintamente "pacientes, alimentos, cadáveres o restos de obras".
El Hospital de Bonsucesso también registró serias anomalías durante la inspección como denunció el presidente del Sindicato de Médicos, Julio Noronha: "la sala de neurología ya fue cerrada y la de infectología se cerrará para enviar a los médicos especialistas a enfermería y urgencias donde faltan profesionales".
Para Macedo, la situación de la sanidad pública en Río de Janeiro es "terrorífica" y señaló que la pérdida de más de 4.000 camas entre 2010 y 2013 estaría provocando "seis muertes por día en las Unidades de Urgencias" en una ciudad cuya población no deja de crecer.
"Los profesionales de la salud no son remunerados adecuadamente y los hospitales públicos se abandonan, intencionalmente o no. El Estado de Río de Janeiro perdió cerca de 4.200 plazas en sus hospitales entre 2010 y 2013. Lo más grave es la falta de medicamentos que se registra de forma generalizada. Si no se hacen esfuerzos para combatir la situación tendremos un mayor número de defunciones en nuestros hospitales", advirtió Macedo.
Por su parte, la Secretaría de Salud del Estado de Río de Janeiro negó que el número de plazas esté disminuido y apuntó que actualmente existen 1.058 camas en las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) gestionadas por el Estado.
Esta misma semana, el Consejo Regional de Medicina (Cremerj) emitió una denuncia por la del Instituto de Hematología de Río de Janeiro (Hemorio) que califica de "crisis total" la "alarmante falta de medicamentos quimioterápicos, antibióticos e incluso básicos" y "coloca en riesgo la salud de los pacientes".
