El viceprimer ministro británico, Nick Clegg, ha advertido este jueves que Reino Unido revocará las licencias de exportación de material militar a Israel si se rompe la tregua y se reanudan los ataques contra Gaza. El líder liberal demócrata dejó claro en su habitual programa radiofónico, donde responde a preguntas del público, que “será inaceptable y totalmente erróneo hacer otra cosa que suspender las licencias” que el gobierno ha concedido a fabricantes británicos de armamento.
Clegg simboliza la creciente división en el Ejecutivo británico en torno a Israel. Partidario de imponer un embargo total a las exportaciones de armas a Israel, se solidarizó con la baronesa Warsi quien dimitió de su cargo ministerial en Exteriores el pasado martes por la posición “moralmente indefendible” del primer ministro David Cameron respecto a Gaza. Otros dos destacados políticos conservadores urgen abiertamente por un drástico cambio de orientación en las relaciones de Reino Unido con Israel.
La presión ha forzado una revisión de las licencias de exportación, según anunció esta semana el portavoz de Cameron. Datos oficiales desvelados por la Campaña Contra el Comercio de Armas (CAAT, en sus siglas en inglés) indican que el Gobierno ha aprobado permisos de venta a Israel por valor de 42 millones de libras a 131 fabricantes de la industria de Defensa desde 2010. En el último año, el valor total de las exportaciones para uso doble- militar y comercial- superó los 8.000 millones de libras.
Andrew Smith, portavoz de la CAAT, explica a Nóvosti que la anunciada revisión no es suficiente y “lo que se requiere es acción”. “En 2009, la anterior administración laborista prometió revisar las licencias de exportación y nada ha cambiado desde entonces”, protesta.
“Esta nueva revisión”, añade el responsable de comunicación de la CAAT, “ha de ser transparente, rigurosa y seguida de acción”. Smith recuerda que Downing Street no ha concretado el formato, la extensión ni el calendario del pendiente examen de las exportaciones a Israel que, según Clegg, debería conducir a una moratoria en la venta de armas.
“El gobierno está dividido porque un mayor número de ciudadanos cree que su política en Oriente Medio es errónea”, advierte Smith. De hecho, esta tarde ha surgido una nueva campaña en Internet solicitando firmas para presionar a Cameron por un embargo en la venta a Israel de armas y componentes militares.
