La mayoría de los combatientes opositores no buscan la democracia en Siria, y el conflicto armado solo está provocando un aumento del radicalismo, advirtió Paulo Pinheiro, presidente de una comisión de la ONU encargada de investigar las violaciones de los derechos humanos en Siria.
En una rueda de prensa ofrecida la víspera en París, el experto brasileño informó que la comisión dispone de testimonios documentados de atrocidades cometidas por ambos bandos de la contienda.
“Se decía que los rebeldes eran unos ángeles, pero solo una pequeña porción de ellos tiene antecedentes democráticos, cree en una sociedad siria plural y quiere un Estado para todos. La mayoría está muy lejos de los ideales democráticos y tiene aspiraciones bien distintas”, afirmó Pinheiro citado por Reuters.
La comisión presidida por Pinheiro fue constituida por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en septiembre de 2011, medio año después de que en Siria estallaran violentos enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y la oposición. La entidad tenía como objetivo elaborar informes periódicos sobre las violaciones de los derechos humanos registrados en Siria.
Desde marzo de 2011, Siria vive un violento conflicto armado entre el Gobierno, respaldado por Irán, Rusia y China, y la oposición, apoyada y financiada por países occidentales y monarquías del Golfo. Según la ONU, el balance de la contienda asciende ya a unos 80.000 muertos.
