Un 80% de los electores inscritos en el registro participaron la víspera en los comicios presidenciales en Yemen, comunicó este miércoles la Comisión Electoral Suprema.
Según datos de la comisión, en las listas del electorado figuraron 10 millones 243 mil personas, incluidos 4 millones 348 mil mujeres. El único pretendiente a ser el primer mandatario, vicepresidente Abed Rabbo Mansur Hadi, puede obtener una victoria convincente, según se espera. Los resultados definitivos de la votación se darán a conocer dentro de dos días, no antes.
Las elecciones presidenciales anticipadas se celebraron según un plan de arreglo de la crisis en Yemen elaborado por el Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del golfo Pérsico y firmado por el ex presidente yemení Alí Abdalá Saleh en noviembre del año pasado.
El nuevo Jefe de Estado se elige por dos años que durará el período de transición. En su transcurso se convocará una conferencia de diálogo nacional para determinar el nuevo sistema político del país y elaborar una nueva Constitución. Luego se celebrarán los comicios presidenciales y parlamentarios.
En la capital yemení, Saná, la gente hacía cola para entrar en colegios electorales. Pero en Adén, la ciudad más grande del sur del país, las calles estaban vacías. Cerca de un 50% de los colegios electorales fueron tomados o destruidos por los separatistas locales. Sus dirigentes declararon que las elecciones “fueron impuestas por la fuerza al pueblo de Yemen del Sur” y exhortaron a sus partidarios a impedir el acceso a los colegios electorales.
De seis a nueve personas murieron, según diversas fuentes, a raíz de los disturbios y decenas recibieron heridas en las provincias meridionales del país.En el norte, en la provincia de Sadah, el movimiento separatista chiita Juti, que lucha contra el Gobierno central desde 2004, también llamó a boicotear los comicios presidenciales. Por lo que las autoridades lograron abrir sólo un colegio electoral en la provincia.
Las elecciones no se celebraron en los distritos de Yemen dominados por la red terrorista Al Qaeda (en las provincias de Abyan y Shabwah).
Las protestas antigubernamentales comenzaron en Yemen en febrero de 2011. Los manifestantes exigieron la destitución del presidente del país, Alí Abdalá Saleh, que llevaba unos 34 años en el poder. Saleh presentó la dimisión, a condición de que se celebren los comicios presidenciales anticipados, y cedió sus facultades al vicepresidente Mansur Hadi en noviembre de 2011.
Pero los disturbios no acallaron en Yemen. La situación sigue inestable. Diversos grupos antigubernamentales intensificaron su actividad, incluidos los separatistas del sur del país que luchan por independizarse del Yemen del norte. Los manifestantes critican el plan del Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del golfo Pérsico que exime al ex presidente de responsabilidad penal y exigen juzgar a Saleh.
