El titular de Asuntos Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, tomó la decisión de abrir una oficina de coordinación en Bengasi, baluarte de los rebeldes libios, comunicó hoy el Ministerio de Exteriores alemán.
“A la cabeza de la oficina estará un diplomático experimentado. Una delegación alemana viajará los próximos días a Bengasi para solucionar cuestiones prácticas de la apertura de la oficina”, dice un comunicado de la entidad.
Los funcionarios de la oficina se encargarán de mantener contactos con el Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia y de respaldar las acciones humanitarias del Gobierno alemán, que ya asignó 7 millones de euros para esos fines.
A mediados de febrero en Libia estallaron protestas contra el régimen de Muamar Gadafi que lleva más de 40 años en el poder. Las manifestaciones desembocaron en choques armados entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales.
Ante esta situación, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 17 de marzo una resolución sobre la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia. El documento también preveía la posibilidad de una injerencia extranjera en el país.
El 19 de marzo empezó una operación militar en Libia con la participación de EEUU, Reino Unido, Francia, Canadá, Bélgica, Italia, España, Dinamarca y Noruega. El 31 de marzo, la OTAN asumió el mando de todas las operaciones en Libia.
Francia, Italia y Qatar ya reconocieron al Consejo Nacional de Transición como el único poder legítimo en Libia.
Gran Bretaña amplía contactos diplomáticos, económicos y humanitarios con los rebeldes libios. El canciller polaco Radoslaw Sikorski se reunió la víspera en Bengasi con los dirigentes del Consejo Nacional de Transición.
