Moscú se manifiesta en contra de una operación terrestre en Libia, declaró hoy el canciller ruso, Serguei Lavrov, en una rueda de prensa junto con su homólogo chino, Yang Jiechi.
“Respecto a las posibles iniciativas de sancionar mediante el Consejo de Seguridad de la ONU una operación terrestre en Libia, la resolución 1973, ya aprobada por el Consejo, excluye esta posibilidad de un modo inequívoco, y la postura de Rusia queda inmutable”, dijo Lavrov.
Con esas palabras el canciller anticipó la postura consolidada de Rusia y China en el caso de la votación sobre nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre una operación terrestre en Libia.
Según Lavrov, ambos países coinciden en sus posturas y se guían por el principio de que “cada pueblo mismo, sin injerencia externa, debe determinar su destino”.
A su vez, el ministro chino de Asuntos Exteriores destacó “la profunda preocupación” de China sobre la situación en Libia y resaltó que Pekín “se pronuncia contra el uso de la fuerza por cualquiera de las partes”.
“Consideramos que ante esta situación es necesario seguir rígidamente los principios de la Carta de la ONU y otras normas del derecho internacional. Es necesario respetar la soberanía y la integridad territorial de Libia”, dijo Yang Jiechi.
Por su parte, el canciller ruso resaltó que sólo el Consejo de Seguridad de la ONU tiene facultades de controlar el cumplimiento de la resolución impuesta sobre Libia.
“Estas facultades las tiene el Consejo de Seguridad y no las ha delegado al Grupo de Contacto (para Libia) ni a quien resulte”, señaló al agregar que los miembros de ese grupo son países que “ratificaron la Carta de la ONU, así que deben respetar las atri de este organismo”.
Al expresar la preocupación sobre la situación actual en Oriente Próximo y África del Norte, los cancilleres ruso y chino acordaron coordinar los esfuerzos para promover la estabilización de la situación regional.
Desde comienzos de año, en algunos países de Oriente Medio y África estallaron protestas populares que condujeron a la caída de los presidentes en Egipto y Túnez.
Manifestaciones contra el gobierno han tenido lugar en Argelia, Jordania, Marruecos, Omán, Bahrein y Siria.
A mediados de febrero en Libia estallaron protestas contra el régimen de Gadafi que lleva más de 40 años en el poder. Las manifestaciones desembocaron en choques armados entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales.
Ante esta situación, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 17 de marzo una resolución sobre la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia.
El 19 de marzo empezó una operación militar en Libia con la participación de EEUU, Reino Unido, Francia, Canadá, Bélgica, Italia, España, Dinamarca, Noruega y Qatar. El 31 de marzo, la OTAN asumió el mando de todas las operaciones en Libia.
Rusia se abstuvo en la votación del documento que autorizó la imposición de una zona de exclusión aérea sobre el país árabe y dio inició a la intervención militar.
El primer ministro ruso Vladímir Putin criticó el pasado 26 de abril la actividad de la coalición occidental en Libia. Dijo que la operación de la coalición rebasa los marcos de las tareas planteadas en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
