Uno de los primeros en notar la imperfección en el vídeo fue un piloto de pruebas, experto en temas aeroespaciales y columnista brasileño a través de su cuenta Twitter.
"Noten cómo el casco de 400.000 dólares se salta fuera de su lugar", escribió.
AC/DC in an Angus Young style, or F-35C's 'delay gear'? Notice $400k helmet jumping out. @alexjlockie to @BI_Defense https://t.co/d7lFM0I6As pic.twitter.com/0xlUnkEWHp
— JR Vianney (@jrvianney) 27 de enero de 2017
La visera del casco que se abre con el golpe muestra información vital para el piloto, sin la cual este no será capaz de evaluar las circunstancias en una situación de combate.
El brusco despegue atrajo la atención de medios occidentales. Así, Business Insider indica que esta sería una de las razones por la cual la modificación F-35C aún no ha entrado en servicio. Los autores del artículo compararon el despegue a bordo del F-35C con su antecesor F-18 y señalaron que, a pesar de haber sido diseñado en la década de los 70, este último muestra mucho menos temblores a la hora de arrancar.
"Sin embargo, el caso del piloto de un F-18 no vale 400.000 dólares, ni muestra información crítica para el vuelo", dice la nota.
El periódico también nos recuerda que el Pentágono realizó un estudio que mostró que la catapulta de despegue del F-35C representa un riesgo para la salud de los pilotos. De los 105 pilotos que pasaron las pruebas, 74 se quejaron de "un dolor moderado", 18 compartieron "un fuerte dolor" y un piloto sufrió de "un fuerte dolor que persiste".
El caza de quinta generación F-35 ha sido durante mucho tiempo un tema de controversia debido a su enorme costo y su infinidad de defectos técnicos. El director de pruebas operativas y evaluación del Departamento de Defensa, Michael Gilmore, publicó un informe de 62 páginas en las que enumera los defectos aún sin resolver y concluye que la versión operativa del F-35 no estará lista hasta 2019.
El F-35 ha sido catalogado como el 'arma más cara de la historia' y costó a los contribuyentes estadounidenses alrededor de 400.000 millones de dólares. Su puesta en servicio ha sufrido numerosos retrasos, lo que llevó al presidente de EEUU Donald Trump a opinar que es un proyecto "fuera de control" y exigir un recorte de su presupuesto.