Giles tiene el respaldo de Richard Garwin, uno de los científicos más eminentes de Norteamérica. Si el juez Charles Lettow, del tribunal federal de reclamaciones, falla a favor del demandante, el Gobierno de Estados Unidos podría tener que pagar una gran suma de dinero por el supuesto plagio.
Sería otra mancha negra en la reputación de este buque de guerra, ya de por sí bastante dañada. Y eso que se suponía que debería transportar a la Armada al siglo XXI.
En 2002, Fastship firmó un acuerdo de asociación estratégica con Lockheed Martin, una empresa que diseña buques de patrulla de alta velocidad para los guardacostas de Estados Unidos. En 2004, la compañía norteamericana rompió la alianza con Fastship y luego envió a la Armada el diseño de una nave con un fondo similar al que había sido elaborado por Giles, según afirma el demandante.
La Armada de #EEUU recibe un submarino bautizado por Michelle #Obama https://t.co/Su4jQbr1LI
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 28 de agosto de 2016
La Marina de Estados Unidos ha rechazado las acusaciones del ingeniero y, según aseveran sus especialistas, el proyecto podría haber sido creado por cualquier otro experto en ingeniería naval. Se espera que el juez Lettow haga pública su decisión sobre la demanda a principios de 2017.