Además, en la disposición de la cadena se encuentran los informes sobre la venta y envío de 79 carros blindados de patrullaje de clase Typhoon y Spartan a Libia en 2014.
Representantes de la empresa se reunieron con representantes de la ONU durante una investigación de 2014 y desmintieron haber hecho algo ilegal.
Sin embargo, la ONU indica que las acciones de la empresa canadiense representan una violación de las sanciones de esa organización internacional.
Además, señaló que un suministro fue interceptado por una patrulla griega en julio de 2015 por sospecha de violar el embargo de armas; la carga fue detenida por la ONU hasta diciembre, cuando fue reclamada por el nuevo Gobierno libio.
De momento la empresa canadiense no comenta los datos divulgados por los medios.