"Este arma presenta un reto fundamental para la Marina de Guerra de EEUU; los portaviones son la fuerza que permitía a EEUU proyectar sus fuerzas lejos de las fronteras navales del país; este desfile nos recuerda que ahora China no solo es una potencia continental, sino también naval", declaró el profesor de investigaciones estratégicas de la Universidad Nacional de Australia, Hugh White, citado por The Australian Financial Review.
Los portaviones de EEUU son uno de los componentes más importantes del sistema de seguridad que ofrece Washington a sus aliados, en particular, a Japón, destaca el medio.
Los misiles DF-21D, que tienen un alcance de 900-1.500 kilómetros, pueden controlar toda la zona del mar de China Meridional, lo cual cortaría el acceso de la Marina de Guerra de EEUU a muchas regiones potencialmente conflictivas como el estrecho de Taiwán.
De tal modo, gracias a esta nueva arma China estará en condiciones de cambiar completamente el equilibrio de fuerzas en la región de Asia y el Pacífico.
Este jueves, se celebró en Pekín un gran desfile militar con motivo del 70 aniversario de la victoria china sobre Japón y del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Al evento asistió una veintena de líderes internacionales, entre ellos el secretario general de la ONU y presidentes de países como Rusia, Corea del Sur, Egipto o la República Checa.
Este desfile fue muy esperado por los especialistas militares para ver los nuevos equipos de combate de China.
Los organizadores habían prometido que cerca del 85 por ciento de estos serían mostrados por primera vez al público.