"El programa para suplir las importaciones de las naciones de la OTAN y la UE, básicamente para la aviación, está evaluado en 18.000 millones de rublos (unos $ 315 millones) y se extiende hasta el año 2017", subrayó el director general de la compañía, Nikolái Kolesov.
Una estrategia similar se ha desarrollado para sustituir los componentes ucranianos para la aviónica y la guerra electrónica, proceso que debe finalizar en 2016.
Kolesov sostuvo que, tras la implementación de estos programas, Rusia dejará de depender de las importaciones occidentales.
Además aseguró que la industria nacional cuenta con una cantidad suficiente de componentes importados para cumplir sus contratos.
Rusia comenzó a desarrollar un amplio programa de sustitución de las importaciones después de que las sanciones occidentales pusieran en evidencia la dependencia casi total en una serie de ramas importantes.
A raíz de la crisis en Ucrania y, en particular, tras la adhesión de Crimea a Rusia en marzo pasado, EEUU y la UE aprobaron varios paquetes de sanciones contra Moscú que restringen el acceso de los bancos controlados por el Estado, así como de importantes consorcios energéticos y de defensa, a los mercados de capital europeos.
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La medida prohíbe también suministrar a Rusia piezas de doble uso militar y civil y tecnología clave y servicios para explotar recursos energéticos.
