El 30 de abril se suele festejar la tradicional Noche de Walpurgis, una festividad pagana, y las autoridades locales de la ciudad de Lund han decidido de esta manera inusual desalentar a los habitantes a celebrar en las calles para evitar los contagios por coronavirus.
"El estiércol a base de excrementos de pollo huele fatal. No es muy agradable sentarse con una cerveza y sentir semejante olor", aseveró Gustav Lundblad, encargado del departamento medioambiental de la ciudad a la agencia AFP.
Las autoridades locales consideran que además de mantener a las personas lejos de los lugares donde suelen concentrarse en esta fecha, esta medida también servirá para fertilizar las zonas verdes.