En 2016, cuando fue lanzado al mercado, el videojuego Pokemon GO fue furor en todo el planeta. La posibilidad de poner en interacción los objetivos del juego con los mapas en tiempo real de las diferentes ciudades marcó una revolución en la forma de jugar de millones de jóvenes en todo el mundo.
Inesperadamente, las protestas de jóvenes contra una eventual menor autonomía con respecto a China revelaron una nueva forma de utilizar la aplicación, presente en los teléfonos celulares de la mayoría de los manifestantes hongkoneses.
El temor a la represión policial hacia la ocupación de las calles hizo que muchos de los participantes comenzaran a buscar formas alternativas para organizarse. Así fue que encontraron en Pokemon GO una solución viable.
El testimonio de un manifestante recogido por la BBC corroboró que la aplicación creada por la empresa coreana Nintendo fue utilizada para difundir los puntos de las convocatorias.
Pero Pokemon GO no es la única herramienta digital utilizada por los manifestantes. Los jóvenes también se valieron de aplicaciones de mensajería como Telegram o el servicio Airdrop, que permite enviar mensajes directos a través de bluetooth entre teléfonos Iphone, para difundir las fechas y lugares de concentración.
Incluso Uber, la plataforma internacional de transporte que une a usuarios con conductores, ha sido utilizada por los manifestantes para coordinar los traslados luego de las protestas y evitar ser rastreados por la Policía.
Las protestas en Hong Kong llevan más de dos meses, desde el inicio de junio, cuando más de un millón de personas salieron a las calles en oposición a un proyecto de ley de extradición que permitiría a las autoridades de la región administrativa entregar a prófugos a los territorios con los que no tiene acuerdos formales de extradición, como Taiwán, Macao y la China continental.
Los hongkonenses rechazan el proyecto al entender que la medida haría perder autonomía al territorio, que goza de un régimen de autonomía muy defendido entre sus habitantes, que entienden que podría ser utilizado para perseguir a quienes no acuerden con las políticas emanadas de Pekín.
