Desde esa fecha, su familia no tuvo más novedades, por lo que la esposa decidió recurrir a la corte para declarar su muerte. La 'viuda' creyó que Reliu había muerto en un terremoto ocurrido en Turquía en 1999.
"Oficialmente estoy muerto, aunque estoy vivo. No tengo ingresos, y como estoy registrado como fallecido, no puedo hacer nada", dijo Reliu a medios locales citados por el periódico británico The Guardian.
En su país, quiso tramitar un nuevo pasaporte, pero al ingresar a la frontera fue informado por agentes de inmigración de su 'muerte' ocurrida en 2003. Sus intenciones de volver a Turquía para abrir un negocio se pueden ver frustradas por esta particular situación.
Se trata de un limbo legal: Reliu se presentó al tribunal vencido el plazo de apelación de su declaración de fallecimiento. Por lo tanto, técnicamente la sentencia es fija e irreversible, aunque resta por ver cómo se solucionará.