El edificio Apple Park, un inmenso anillo de acero, concreto y vidrio en la ciudad californiana de Cupertino, tuvo un costo de 5.000 millones de dólares, y está basado en la idea que Steve Jobs tenía para la sede de su empresa: un sitio de trabajo, con un flujo constante de personas y un contacto con la naturaleza.
Pero este material transparente también reemplaza paredes tradicionales y conecta visualmente espacios de trabajo individual con sectores colectivos. Esto está causando dolor —literalmente— a los trabajadores del gigante tecnológico. Según el medio Market Watch, hasta el momento ha habido al menos dos incidentes en los que los empleados de Apple se llevan por delante los enormes vidrios.
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A raíz del reportaje cobró visibilidad un tuit publicado el 20 de enero, en el que un usuario comentaba que el día de la inauguración de Apple Park unas siete personas resultaron heridas por darse contra los paneles.
Just heard that the first day Apple Park opened, seven people injured themselves by walking straight into the glass doors. And that's just the people who reported it…as they felt physically hurt…
— Kenn Durrence (@lockedgrooves) 20 de enero de 2018
Según la revista Time, los trabajadores de la empresa suelen estar muy atentos a sus teléfonos móviles, por lo cual muchas veces ignoran la presencia del vidrio. En algunos casos intentaron poner papeles para advertir sobre la existencia de un obstáculo, pero fueron removidos por perjudicar el diseño del lugar.