En ella se la ve alzando la mano a la altura del pecho con un objeto que se asemeja al popular teléfono de Apple. Su postura recuerda rápidamente a la que adoptan las personas cuando utilizan el celular.
Nada más lejos de la realidad. En la palma de la mano, esta indígena de mármol sostiene una cruz cristiana. Muchos de los visitantes que se acercan a admirar la estatua, expuesta en el Museo Metropolitano de Nueva York, se dejan engañar por las apariencias y acaban creyendo, en un primer momento, que se trata del origen de los teléfonos inteligentes.
Los críticos de arte señalan que la estatua simboliza la difusión de la Palabra de Dios y de la fe cristiana entre la población indígena de América. Aunque para muchos visitantes del museo seguirá siendo una joven india leyendo las notificaciones de su iPhone.