Pero, ¿por qué está prohibida la entrada de las mujeres en esta isla situada a 60 kilómetros de la costa de Kyushu?

El hecho es que Okinoshima solo acepta a los monjes del santuario sintoísta Munakata Taisha. En total, solo 200 hombres al año tienen permiso para visitar la isla —antes de lo cual tienen que purificarse nadando desnudos en el mar— para participar en un festival anual que se celebra cada 27 de mayo.

En lo que respecta a las mujeres, no son bienvenidas en Okinoshima. Según opinan los expertos, la prohibición se debe a la creencia de que son impuras debido a su ciclo menstrual. Para el sintoísmo, la sangre es una sustancia peligrosa y sucia que puede manchar los santuarios de las tres emperatrices de Munakata —conocidas como Tagorihimi-no-Kami, Tagitshuhime-no-Kami y Ichikishimahime-no-Kami—, ubicados en la isla.
"La mística de la isla se ha mantenido porque su tradición ha sido cuidada durante muchos años. Continuaremos regulando estrictamente las visitas", declaró uno de los responsables del santuario al diario japonés Mainichi.
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