La ley de los Países Bajos marca que una persona solo puede donar semen 25 veces —cobrando 25 euros por donación— y que además tiene que hacerlo en un mismo centro. Estas limitaciones se establecen para garantizar la variedad genética de los hijos concebidos.
"Si tu muestra pasa las pruebas de idoneidad están encantados. Y mi semen era aceptado de inmediato. Además, con las donaciones también se enreda. Sé que uno de los bancos de esperma utilizó el mío en 35 ocasiones, en lugar de las 25 permitidas", explicó al medio local Algemeen Dagblad, según informa El País.
El descubrimiento de este y otros casos ha hecho que se abra el debate en torno a la creación en los Países Bajos de un registro que permita controlar a los donantes y garantizar que no puedan 'excederse'. La actual ministra de Sanidad en funciones, Edith Schippers, es partidaria de crearlo, según informa el medio.