Anteriormente, la villa se llamaba Adzinci —en honor a un conquistador turco— sin embargo, recientemente, los residentes votaron por cambiar el nombre del poblado para expresar su admiración por el líder del país eslavo.
"Somos todos rusófilos, y esta ha sido la solución ideal si tenemos en cuenta la situación política actual", declaró a Sputnik Malisa Petrusic, que tiene en su casa varios retratos de Putin y un barril de rakia —un licor serbio similar al vodka ruso— denominado Pútinka, también en honor al presidente ruso.
Hace unos días, la organización Misión Humanitaria Rusa, encabezada por Evgueni Primakov —nieto del exministro de Exteriores y presidente del Gobierno de Rusia, Evgueni Primakov(1929-2015), quien en 1999 ordenó dar la vuelta al avión gubernamental en el que viajaba a EEUU y volver a Moscú en señal de protesta por la decisión de la OTAN de bombardear Yugoslavia—, visitó el poblado y entregó a un hospital de Medvedja una ambulancia.
Según informó a Sputnik otro residente de Pútinovo, Milovan Petrusic, un cirujano jubilado, todavía puede recordar que en la década de los 60, los médicos tenían que llegar hasta los pacientes —que vivían a decenas de kilómetros de la ciudad— a pie o a caballo.
"En total, hay 20 casas en nuestro pequeño poblado de Pútinovo, y también tenemos nuestras opiniones y seguimos las noticias de política", afirmó a Sputnik Dragan Delibasic.
Otro residente de la villa, Sava Petrusic, opina que hay una gran diferencia entre "vivir en Pútinovo o en un poblado nombrado en honor de un conquistador".
"¡Nuestro Putin es estupendo!", exclamó el hombre, de 79 años.
A su vez, Milijana Delibasic, que llega al poblado cada verano junto con sus nietos, está de acuerdo con su vecino.
Lea más: "Le permitiría a Putin instalar misiles en mi balcón"
"Pero, ¿por qué nuestra villa tiene que llevar el nombre de un turco que vivió hace 500 años? Realmente queremos a los rusos y a Putin", explicó a Sputnik. La mujer subrayó que en el poblado siempre reina el consenso, que solo puede irse al traste por la envidia de los residentes de los poblados vecinos, que no tuvieron la suerte de vivir en la 'tierra de Putin'.
