Durante todo este tiempo, el cliente siempre fue atendido por la misma mujer, que hoy en día tiene 51 años.
"Cuando venía a España, solicitaba su estado de cuentas en la sucursal bancaria de la ciudad de Rojales [Comunidad Valenciana] y la empleada lo falsificaba. Él nunca llegó a sospechar que las cifras en papel estaban trucadas. Pero la última vez solicitó los papeles detallados y descubrió que algo estaba mal", compartieron con Sputnik representantes de la Guardia Civil española.
Durante la investigación se descubrió que la acusada se había apoderado ilícitamente de cerca de 1,5 millones de dólares (1,28 millones de euros). Durante un cuarto de siglo, la mujer iba retirando de la cuenta de la víctima pequeñas cantidades de dinero en efectivo para su uso personal. Durante ese tiempo fue capaz de asegurarse una buena vivienda, un automóvil y viajó por todo el mundo.
La empleada ha sido ahora acusada de falsedad documental y fraude.