Yopal, una localidad de unos 140.000 habitantes a 300 kilómetros de Bogotá, está dando de qué hablar en todo el planeta por un motivo insólito. Su alcaldesa, Luz Marina Cardozo, emitió un decreto que parece una broma del día de los inocentes, pero que sin embargo es real y ha sido rubricado por otros funcionarios. En el mismo, le entrega el pueblo a Jesucristo.
El hecho causó polémica, ya que la Constitución de Colombia establece la laicidad del Estado, al garantizar la libertad de conciencia y de cultos e igualar ante la ley a todas las confesiones religiosas.
"Todo Gobernante instituido por la voluntad de Dios tiene el deber de velar en primer lugar por el bienestar espiritual de sus gobernados y propender por la salvación de su pueblo en búsqueda del reino de Dios y su Justicia", dice uno de los considerandos del decreto.
Por todos estos motivos, el decreto resuelve "hacer entrega simbólica de las llaves del municipio de Yopal a Jesucristo, para que su reino de paz y bendición sea establecido". Para llevar adelante este gesto, las llaves serán remitidas a los niños "como si se les entregaran" a la figura religiosa.
Otro artículo llama a "humildemente rogar a Dios que entre a este municipio y lo haga su morada, dando la bienvenida al Señor Jesucristo, al hogar que nos dio como casa, para que habite en ella por siempre y hasta el fin de los siglos, amén".
