No es muy común que una iguana de casi un metro de longitud invada una pista de tenis, pero esto es precisamente lo que pasó el 23 de febrero mientras el checo Vesley y el alemán Hass disputaban un encuentro.
A pesar de que el juez de silla quiso continuar con el partido, Veseley se negó: "No puedo concentrarme", se excusó. Hass, por el contrario, parecía bastante cómodo con la presencia del reptil en la pista. Tanto, que aprovechó la pausa para tomarse una foto con la iguana. "Fue bastante divertido. Nunca había visto una [iguana] de ese tamaño", bromeó el tenista alemán.
Los empleados del torneo trataron de atrapar sin éxito a la iguana tomándola por su cola, pero el animal huyó y recorrió toda la pista hasta colocarse sobre uno de los letreros con información sobre el partido. Fue allí donde finalmente pudo ser apresada, según informa el medio.