La enorme escultura del órgano sexual masculino, que mide cerca de dos metros y pesa 600 kilos, es considerada un símbolo de fertilidad y de prosperidad.
Según la tradición, las mujeres que se casaron a lo largo del año anterior participan en la procesión para atraer la buena suerte, mejorar la felicidad en su matrimonio y ayudar a concebir un hijo.
"Estoy participando en el festival porque deseo dar a luz a un hijo saludable", contó una las jóvenes que desfiló sobre el pene gigante.
Los actos de celebración se llevan a cabo anualmente el segundo domingo de marzo.