El cráter —que tiene un kilómetro de diámetro y unos cien metros de profundidad y se expande de 15 a 18 metros cada año— revela cuál ha sido el clima en la región durante los últimos 200.000 años. 'La puerta al infierno' contiene restos de árboles y animales, entre ellos bisontes, mamuts, caballos, alces y renos, que datan de hace 4.400 años. Según los científicos, Batagaika puede ayudar a comprender mejor el impacto que tiene el calentamiento global en nuestro planeta. Por ejemplo, la propia ampliación del cráter se debe al derretimiento del permafrost —capa de hielo compacta que cubre vastas extensiones de la región—.
"Esta combinación de menos sombra y transpiración llevó a un calentamiento de la superficie", explicó Murton a la BBC.
Además, en 2008, las inundaciones que afectaron a la región aumentaron el tamaño de la depresión.
Actualmente, los investigadores trabajan en el análisis del cráter para revelar si el cambio climático registrado durante la última Edad de Hielo "estuvo caracterizado por una gran variabilidad, con períodos intercalados de calentamiento y enfriamiento", indicó Murton. Con estas investigaciones esperan poder predecir los cambios climáticos del futuro. De hecho, los científicos ya han logrado averiguar que hace 125.000 años tuvo lugar un período interglaciar, con temperaturas más altas que las actuales.
"El calentamiento acelera el calentamiento, y en el futuro podríamos ver más estructuras como el cráter de Batagaika", concluyó el investigador.