Al volver de la macabra escena, el asesino se comportó como si nada hubiera pasado, por lo que no levantó ninguna sospecha. De hecho, el caso se resolvió con los registros de cámaras de seguridad del área. Con las pruebas, la policía detuvo al autor del crimen, quien no solo confesó haber matado al chico, sino también haberlo descuartizado y comido algunas partes de su cuerpo.
"Se trata de un caso de canibalismo, ya que al joven le gusta la carne humana. Nos dijo que bastante seguido quería comer pollo crudo. A veces, incluso tenía deseos de comer sus propias extremidades", dijo un portavoz de la policía, según Times of India.
El joven fue remitido a psicólogos y médicos, que harán una evaluación de su estado psicofísico. Confesó haber estrangulado a la víctima y cortado su cuerpo en trozos con una tijera de jardín. Puso los pedazos en bolsas de plástico y las llevó consigo en su bicicleta.