Una de las escenas más conocidas de la cuarta película de la saga Indiana Jones, que se estrenó en 2008, es donde el protagonista se ampara en un frigorífico de los años 50 cubierto de láminas de plomo para evitar los efectos fatales de una explosión atómica después de que se encontrara en un polígono nuclear en el estado norteamericano de Nevada.
De acuerdo con el estudio publicado en la revista Journal of Physics Special Topics, los científicos ponen en duda la posibilidad de sobrevivir a este tipo de ataque de la manera mostrada en el filme.
Según contaron Sidak Singh Kohli y sus colegas de la Universidad de Lester en Reino Unido, dicho fragmento provocó una discusión entre los científicos y la gente corriente que vio la película. Una parte de ellos opina que el arqueólogo habría muerto a causa de la radiación, otros consideran que las láminas de plomo le permitirían seguir con vida.
La bomba atómica seleccionada por los científicos para esta 'prueba' es la usada en la operación Plumbbob realizada en 1957. Entonces los militares estadounidenses explosionaron unas 29 ojivas, con una potencia máxima de 74 kilotones.
Cabe señalar que una de las metas de esta prueba fue analizar las consecuencias de los ataques nucleares sobre la salud de la población. A raíz de dichas pruebas aproximadamente unos 20.000 civiles perdieron sus vidas a causa del cáncer y la contaminación radiológica.
Una bomba de este tipo, según los cálculos del equipo de Kohli, 'bombardearía' el frigorífico con rayos gamma de una energía de hasta 600.000 julios. Es un número relativamente insignificante ya que la mayor parte de la radiación —99,99999602%— desaparecerá en el aire en el camino al 'refugio' de Indiana Jones.
En este sentido, lo más probable sería que él muriera de la contaminación radiológica, ya que es imposible quedar con vida después de un ataque tan masivo escondiéndose en un refrigerador cubierto de plomo de un espesor de solo varios milímetros.
Por otra parte, si hubiera conseguido sobrevivir al 'ataque' de rayos gamma, habría sido destrozado por la onda de choque provocada por la explosión.