Los osos polares tienen fama de ser agresivos. Cuando están hambrientos, no tienen problemas en atacar a cualquier ser vivo que se les cruce. Por eso, esta imagen desafía el sentido común de las personas.
La imagen fue registrada por David de Meulles, un mecánico y guía turístico ocasional, en Churchill, una localidad en el norte de la provincia canadiense de Manitoba. Junto a un grupo de visitantes, salió a recorrer la zona para observar a los osos. Cuando el gigantesco animal se acercó al perrito, temió lo peor, explicó a la cadena CBC. Sin embargo, la naturaleza le ofreció una tierna escena.
El encuentro entre los dos animales se dio en el santuario de perros propiedad de Brian Ladoon, un hombre que desde hace cuatro décadas vive en este recóndito rincón cercano al Ártico para salvar y criar ejemplares de una raza de perros de trineo típica de la zona.
Especialistas afirmaron al medio canadiense que este tipo de encuentros son artificiales y aprendidos, y que no sucederían de ninguna manera en la vida salvaje. Eventualmente podrían poner en riesgo a los osos, que al actuar de la misma manera frente a otras comunidades de personas, corren el riesgo de ser fusilados, por ejemplo, si intentan acercarse.