Walter von Lucadou tiene un doctorado en Psicología y otro en Física. No le gusta el concepto de 'cazafantasmas', prefiere los términos 'investigador de fantasmas'. No cree en cuentos de hadas ni tampoco de miedo.Pero sabe que hay personas que experimentan sucesos inexplicables y misteriosos.
El investigador se toma muy en serio los relatos de los testigos. "Este tipo de eventos sucede muy a menudo, y me sorprende que la psicología tradicional no les dé valor", se queja Von Lucadou. Tener en cuenta estos fenómenos es el deber de cualquier científico, independientemente de a dónde lo van a llevar, subraya.
En primer lugar, trabaja en la línea de buscar una explicación científica a los fenómenos. "Si alguien dice que en su casa ocurren sucesos extraños, que hay ruidos que no se pueden explicar o se abren las puertas por sí solas y los objetos vuelan por el aire, primero hay que comprobar la existencia de causas naturales: tal vez sea una broma entre amigos o una simple corriente de aire", explica el científico.
A continuación, a las presuntas víctimas se les da la tarea de mantener un diario donde durante cuatro semanas apuntan todos los fenómenos inusuales con la hora y el lugar exactos en el que se han producido. Al final, el doctor Von Lucadou toma una decisión acerca de cómo poner fin a este problema.
También hay personas que no contraen una enfermedad física, sino que emiten los trastornos de su equilibrio mental en su entorno, expone Von Lucadou. Los científicos lo llaman 'proceso de externalización'. Es un proceso positivo, ya que estas personas tienen un buen estado de salud. El mecanismo de estas reacciones es desconocido aún.
La familia solicitó asesoramiento al investigador de fantasmas. Después de estudiar el caso a fondo, descubrió que todos los fenómenos se producían cuando el marido de la dueña de la taberna no estaba. De este modo se externalizaba el deseo de la esposa de que siempre se quedara a su lado.