"Hubo más de un centenar de descubrimientos, como costillas, espinas dorsales, huesos de extremidades. Estos restos están bien preservados. Fueron enterrados bajo un estrato de arena y barro en una pequeña depresión, varios años después de su muerte", dijo el paleontólogo Serguéi Leschinski.
Añadió que los huesos encontrados permitirán obtener más información sobre los lugares y las causas de la muerte de los mamuts, así como identificar su edad y tamaño.
Cuando el grupo de científicos llegó al nuevo lugar para lanzar las excavaciones, limpiaron un cuadrado de 3x3 metros y excavaron un estrato raro de 1,5 metros.
La franja intermedia indica que "hubo una pausa entre dos periodos cuando los mamuts llegaron a este lugar", señaló el experto y agregó que hay que estudiar el asunto a fondo y continuar las obras en el sitio.
"Los mamuts que encontramos en el nivel inferior —que se fechan en 30.000 años de edad, pero está claro que tendremos que realizar un análisis para conocer la edad exacta— son más grandes que los mamuts posteriores, que se fechan en 10.000 años", expuso.
"No es una sensación, es un hecho bien conocido, pero aquí podemos verlos en el mismo lugar. Los huesos se someterán a la datación de radiocarbono para fecharlos", agregó el experto.
Una de las teorías iniciales sobre esta diferencia de tamaño es la escasez de los minerales en la dieta de los animales, lo que habría contribuido a su gradual descenso.
De hecho, esta misma necesidad de comer las plantas con mayor concentración de minerales podría haber atraído a los gigantes antiguos al lugar exacto en Siberia, en busca de una mejor nutrición.