Es un método que no hace daño al entorno y al mismo tiempo permite ahuyentar a las gaviotas que se acostumbraron a la presencia de las personas y no temen acercarse para robar algo de la mesa, según el portal Local.
"Es un desastre si la gaviota que pesa un kilogramo se posa sobre la mesa y voltea una copa llena, cuyo contenido se derrama sobre el vestido único de una de las estrellas que desfilan por la alfombra roja (del Festival de Cannes)", dijo Christophe Puzin, experto en estas aves.
Los gavilanes, que no presentan ningún peligro para los huéspedes, están entrenados para sobrevolar el hotel a una altura de 150 metros, por lo que las gaviotas, al ver a su enemigo natural, prefieren alejarse a una distancia segura, explicó.
En la Costa Azul francesa se celebra anualmente uno de los más prestigiosos certámenes cinematográficos del mundo, que en 2002 recibió el nombre oficial de Festival de Cannes.
Este año el evento se inauguró el 12 de mayo.