Un tribunal de Japón obligó la clínica de cirugía estética a pagar 104.000 dólares de recompensa a los familiares de la mujer que se suicidó tras someterse a una operación plástica, informó el diario Yomiuri.
Según el tribunal, la mujer de 53 años se sometió a operaciones estéticas de nariz, párpados y mejillas entre mayo y junio de 2002 que le costaron un total de 54 millones de dólares. No obstante, tras la cirugía la mujer sufrió graves problemas de salud, en particular la pérdida del olfato y la desviación de párpados. En 2002 la pacienta se suicidó.
Los familiares reclamaron al hospital una recompensa de 660.000 dólares, pero el tribunal descartó que la operación fuera motivo directo del suicidio, así que obligó al hospital a pagar 104.000 dólares de recompensa por no conceder a la pacienta información sobre posibles agravaciones.
