"Los saltos se realizaron en diversas condiciones meteorológicas, tanto durante el día como por la noche, con equipamiento completo sin armas y con armas; además se practicó el desembarco con equipamiento adicional, que además de las armas establecidas se incluían contenedores especiales de desembarco", añade el comunicado.
Los efectivos de las unidades de exploración y de desembarco y asalto de las fuerzas de infantería de marina practicaron prácticamente a diario el desembarco desde aviones An-26 y helicópteros Mi-8AMTSh a alturas entre los 600 y los 1.500 metros, en grupos de hasta 30 personas.
Los infantes de marina también practicaron saltos con paracaídas con prácticas de tiro desde el aire, aterrizaje en una zona limitada y la realización de misiones tácticas de defensa de las zonas de aterrizaje, así como la toma y control de las fortificaciones armadas del enemigo.