De acuerdo con el Ministerio de Defensa ruso, estos ejercicios se realizaron en un estanque artificial que es de al menos 100 metros de largo y cuya profundidad es de 5 metros. Bajo condiciones de visibilidad nula, cada conductor mecánico tuvo que atravesar el depósito de agua por el fondo sin cambiar de marcha y orientándose solo con los aparatos del mismo tanque.
Además, los soldados se entrenaron en realizar evacuaciones del tanque desde el agua en caso de una emergencia. El grado de complejidad de todas las tareas realizadas durante el entrenamiento hizo necesario que los militares realizaran un curso de preparación de buceo.
Durante este curso, los tanquistas utilizaron la máscara especial antigás y ensayaron los procedimientos de abandono en una maqueta del tanque.