Hace 140 años, el 31 de agosto de 1872, nació Matilda Kshesinskaya, que llegaría a ser una estrella del ballet ruso y la primera bailarina del Teatro Mariinski.
Hace 140 años, el 31 de agosto de 1872, nació Matilda Kshesinskaya, que llegaría a ser una estrella del ballet ruso y la primera bailarina del Teatro Mariinski.
Con 17 años, fue vista en el concierto de egresados de la Academia Imperial del Ballet por el emperador Alejandro III de Rusia. “¡Que sea el orgullo y traiga la fama a nuestro ballet!”, dijo el emperador a la joven bailarina, un precepto que cumplió a la perfección. En la foto: Kshesinskaya en “La hija del faraón” de Cesare Puni.
Llegó a ser la primera bailarina del Teatro Mariinski, protagonizó numerosas producciones del renombrado coreógrafo Marius Petipa y fue la primera rusa en dominar los 32 fouetté consecutivos. En la foto: Kshesinskaya con Nikolái Soliannikov en “Flora despierta” de Marius Petipa.
Ligera, elegante y encantadora como “las chispas de champán”, Kshesinskaya eliminó a toda competidora y, destacada por su brillante técnica, se hizo la única intérprete de todos los papeles principales en el Teatro Mariinski, otorgados anteriormente sólo a bailarinas italianas.
Tuvo una breve relación romántica con el príncipe Nicolás, el futuro y el último emperador de Rusia, y se aseguró el infinito apoyo de la casa imperial rusa.
El romance terminó cuando Nicolás se comprometió con Alix, princesa de Hesse-Darmstadt. Después de la ruptura con el heredero de la corona rusa, Kshesinskaya fue apoyada por el Gran Duque Sergio Mijáilovich, mientras que otro miembro de la casa imperial rusa, el Gran Duque Andrés Vladímirovich, primo del emperador, llegaría a ser su esposo y padre de su hijo.
Después de la Revolución de Octubre de 1917, Kshesinskaya se trasladó a Francia donde abrió una escuela de ballet, en la que estudiaron Margot Fonteyn y Alicia Markova, entre otras. En 1936, Kshesinskaya quien tenía entonces 64 años actuó por la última vez en un evento en Covent Garden.
Kshesinskaya sobrevivió dos guerras mundiales, la ocupación nazi de Francia, el arresto del hijo y la muerte del marido con una impecable elegancia de una gran bailarina y mujer inteligente. Falleció el 6 de diciembre de 1971 faltando sólo unos nueve meses para su centenario.
