A principios de abril, los sondeos sugerían que Theresa May retornaría como primera ministra con una mayoría 'tory' (conservadora) considerable, pero el laborismo ha hecho frente a su arrogancia con un manifiesto electoral realmente capaz de reconducir la economía en el interés de "los muchos, no de los pocos", según reza el eslogan del partido.
Reino Unido es el quinto país más rico del planeta pero la legislación fiscal 'tory' ha permitido a los ricos elegir cuánto pagar en impuestos —a veces nada—, al tiempo que los servicios públicos no han recibido un penique o han sido privatizados. Muchas compañías del ferrocarril, del agua o electricidad han acabado en las carteras de gobiernos europeos y se gestionan en el interés de todos menos de los británicos.
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Cuando un ciudadano se atreve a preguntar por qué la privatización significa estafa o cómo se permite concentrar tanta riqueza en manos de tan pocos, nos sueltan el mantra de que "las fuerzas del mercado deciden". ¡Vaya falsa profecía!
Todo ha cambiado en estas elecciones. El Partido Laborista de Jeremy Corbyn sube en los sondeos de intención de voto porque genera esperanza en el fin de la política de austeridad y el modelo económico neoliberal. Lo que ofrece el manifiesto laborista al elector es claro: el poder del Estado para intervenir en la economía se utilizará en su beneficio, no en su perjuicio.
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Nuestro programa para renacionalizar el agua, la energía, el ferrocarril y el servicio de correos beneficiará a clientes y pasajeros. Acabará con la estafa de la contabilidad de nuestro país y añadirá un gran valor a los activos nacionales, compensando así el coste de retornarlos a la propiedad pública.
Esta 'economía del pueblo' está atrayendo más y más votantes. Las encuestas de opinión han oscilado constantemente en favor del laborismo a medida que sus políticas para los muchos continúan despertando interés entre la gente.
El crecimiento de la esperanza está aconteciendo pese a los dos deplorables ataques terroristas perpetrados en las dos últimas semanas.
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El voto Brexit en el referéndum de 2016 indicó que la gente quiere un país gestionado de manera diferente. El apoyo al manifiesto laborista de Corbyn indica que los británicos no solo quieren recuperar el control cedido a la Unión Europea, sino recuperar también el control de nuestro país del modelo económico de los conservadores.
De ser elegido, Corbyn implementará el programa transformacional laborista y el Reino Unido se convertirá en faro de esperanza para los que trabajan contra la austeridad en todo el mundo.
por Manuel Cortés
Secretario general de la Asociación de Empleados Asalariados del Transporte (TSSA), el principal sindicato británico del sector y organización afiliada al Partido Laborista
