Estados Unidos es el primer inversor extranjero en la Argentina, pero eso no se refleja en términos positivos para el país austral, en el comercio bilateral. Con un enorme peso del sector agroindustrial, la Argentina solo participa de las importaciones agroindustriales de Estados Unidos en menos de 1 por ciento, según Martín Lousteau, el embajador argentino en Washington.
Los principales clientes comerciales de la Argentina son Brasil, la Unión Europea y China. Estados Unidos se ubica en cuarto lugar: 5.9 por ciento de las exportaciones argentinas va al país del norte y 13.5 por cientos de las importaciones viene de Estados Unidos.
El intercambio entre los dos países es cada vez más desfavorable a la Argentina. Según la Cámara Argentina de Comercio, entre 1990 y 2014, el intercambio comercial aumentó un 460,3 por ciento, pero lo que creció fueron las importaciones desde Estados Unidos y lo que cayó fueron las exportaciones argentinas. Si en 1990 las exportaciones hacia Estados Unidos eran de un 57,2 por ciento del comercio total bilateral, esta cifra retrocedió a 28,2 por ciento en 2014. Por el contrario, las importaciones desde Estados Unidos pasaron del 42,8 por ciento del comercio bilateral en 1990, al 71,8 en 2014, un crecimiento de 818,8 por ciento. En 2014, el saldo fue deficitario por 6.585 millones de dólares para la Argentina.
Además, la mayoría de exportaciones fueron de productos alimenticios (26.9%), mientras que la mayoría de las importaciones fueron productos industriales (32.3%).
El problema estructural e histórico de las relaciones entre la Argentina y los Estados Unidos, es que son dos economías que compiten entre sí, se sustituyen, pero no se complementan.
En cuanto a las posibles inversiones que pueden llegar después de la mega visita de los 400 empresarios, hay visiones opuestas. Para el economista Orlando Ferreres, la visita de los presidentes de Italia, Francia y Estados Unidos es positiva, porque marca un cambio de orientación internacional, “que se va a ir concretando gradualmente y que no va a dar un resultado de inmediato. Es un primer paso importante pero no creo que se vaya a dar una decisión inmediata. Estados Unidos hace mucho no invierte en la Argentina. Ahora van a surgir algunos negocios, en infraestructura y se van a licitar obras grandes”, según dijo a Sputnik.
Lozano cree, por el contrario, que hay que “evaluar con mucho cuidado las inversiones y no abrirse pasivamente”, porque las inversiones extranjeras en general “tienen por objeto la explotación y muchas veces depredación de nuestros recursos naturales, consolidando el perfil extractivista de la Argentina. También tienden a ocupar segmentos de producción industrial o de servicios a sectores de altos ingresos, con un elevado coeficiente de importaciones, sin radicar actividad de desarrollo técnico dentro del país y produciendo un efecto de salida de divisas muy significativo por la remisión exagerada de utilidades al exterior”.
Por eso, para Lozano, “si la llegada de los empresarios es para mantener esta lógica comercial, esto tenderá a agravar nuestros problemas antes que a resolverlos”.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK
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