El preso más antiguo de América

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Las revelaciones del Senado norteamericano sobre las torturas practicadas por la CIA durante años han contribuido a oscurecer la acogida en Uruguay de seis expresos de Guantánamo –que nunca fueron juzgados–, una medida auspiciada por el expresidente uruguayo, José Mujica.

Las revelaciones del Senado norteamericano sobre las torturas practicadas por la CIA durante años han contribuido a oscurecer la acogida en Uruguay de seis expresos de Guantánamo –que nunca fueron juzgados–, una medida auspiciada por el expresidente uruguayo, José Mujica. Ambas noticias tiene un denominador común evidente, el desprecio al respeto de los derechos humanos de los servicios de inteligencia de Estados Unidos. 

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Moscú estima que el informe sobre las torturas de la CIA confirma que EEUU viola los DDHH

En ese mismo capítulo hay que subrayar un hecho que quedó también sepultado por una actualidad rica en denuncias sobre el tratamiento que reciben algunos  presos políticos en en Estados Unidos. En la comunicación de despedida del expresidente Mujica a sus homólogos norteamericanos, se incluía un recordatorio del llamamiento hecho a Barack Obama para que concediera el perdón al preso político más antiguo del Hemisferio americano, el puertorriqueño Oscar López Rivera, que cumple ya más de 33 años en las cárceles federales.

López Rivera, de 71 años, miembro del grupo Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), que nació en 1974 para luchar por la independencia de Puerto Rico, fue condenado en 1981 por el delito de “conspiración sediciosa”. Una conspiración que, según el juez del caso, tenía como objetivo derrocar, nada menos, que al Gobierno de Estados Unidos.

El FALN fue responsable de la colocación de bombas en edificios públicos, bases militares y grandes empresas, en acciones no dirigidas contra personas, pero que provocaron la muerte de al menos 4 ciudadanos norteamericanos. Los militantes del FALN no reconocieron todos los hechos que el FBI les atribuyó. López Rivera, sobre quien no consta ninguna acusación por delitos de sangre, fue condenado sin embargo, a 56 años de cárcel, la pena máxima exigible. A este castigo se le añadieron en 1987 quince años más, una decisión absolutamente desproporcionada, según abogados de derechos civiles,  por un supuesto delito de intento de evasión en el que sus defensores denunciaron las manipulaciones del FBI y sus agents provocateurs (policías encubiertos que incitan a cometer actos ilegales).

Los otros Guantánamos de EEUU

El ensañamiento de la Administración federal con López Rivero quedó patente con los 12 años que el independentista boricua pasó en régimen de aislamiento total, en los que fue privado de sueño sistemáticamente, una de las refinadas torturas a las que fue sometido.

López Rivera ha sido huésped en Leavenworth, Marion, Florence y Terre Haute, Guantánamos avant la lettre,  los peores gulags de Estados Unidos, como él los llama.

Durante su confinamiento, su familia fue acosada y perseguida, según denuncia. Su hermano fue expulsado de la Universidad de Illinois; su madre, acusada de apoyarle en “la conspiración”. Por supuesto, su madre y su hermana mayor murieron sin que él pudiera obtener permiso alguno para asistir a los funerales…

Los prisioneros políticos boricuas han tenido el triste honor de batir los récords de estancia en las mazmorras federales. Recordemos a Oscar Collazo (30 años), Rafael Cancel (29), Lolita Lebrón (25), algunos de los militantes independentistas que irrumpieron a tiros en el Congreso norteamericano en 1954, sin causar, tampoco aquí, ninguna muerte.

Lebrón fue amnistiada por el presidente James Carter, en 1979. Bill Clinton indultó a otro grupo de independentistas en 1999. A López Rivera se le ofreció la oportunidad de salir de la cárcel, pero se negó mientras no se adoptara la misma medida con otros dos independentistas que, poco más tarde, recuperaron la libertad.

Todo Puerto Rico es un clamor pidiendo al presidente Obama que conceda el perdón al llamado “Mandela de América”. Desde celebridades del espectáculo, como Ricky Martin o Calle13, pasando por deportistas, intelectuales, representantes de todas las iglesias y de todos los partidos políticos de la isla –incluidos los anexionistas–, no desaprovechan una ocasión para denunciar el empecinamiento de las autoridades penitenciarias con un anciano enfermo que combatió por Estados Unidos en Vietnam y fue condecorado por su comportamiento en los combates.

Barack Obama pasó cuatro horas en Puerto Rico en mayo de 2012. El inquilino de la Casa Blanca manifestó entonces y en otras ocasiones  que respetaría siempre la autodeterminación de la isla-nación, ahora “Estado Libre Asociado” a EEUU.

Los independentistas puertorriqueños hace décadas que abandonaron la violencia y en los sucesivos plebiscitos celebrados para optar por su futuro estatus, la opción independentista no llega ni al 10%.

¿Qué obstáculo político impide a Barack Obama firmar el indulto para López Rivera? Escasa credibilidad y nula fuerza moral puede tener Estados Unidos y su presidente cuando exigen medidas de gracia para los presos políticos de otros países y mantienen encerrado a un viejo activista desde hace más de tres décadas.

*Luis Rivas, periodista. Excorresponsal de TVE en Moscú y Budapest. Dirigió los servicios informativos del canal de TV europeo EuroNews. Vive en Francia desde hace más de 20 años.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK

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