"He declarado claramente (...) a nuestros colegas chipriotas, diciéndoles: 'entonces, deberían desbloquear las sanciones bielorrusas', pues no creo que se estén haciendo ningún favor al crear esa relación", dijo el diplomático en una entrevista con el periódico Politico.
Chipre insiste en su postura, según Beaune, porque "duda del nivel de apoyo de la UE" en respuesta a las actividades de Ankara, pero una señal de respaldo a Nicosia ayudaría a sacar la cuestión del callejón sin salida en que se encuentra.
Chipre se negó a apoyar esos planes, y reveló que solo lo haría en caso de que los demás países miembros de la UE tomaran medidas similares contra Turquía, que está realizando exploraciones petrolíferas en aguas territoriales chipriotas.
Bielorrusia es escenario de protestas por el escrutinio de las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, que otorgaron el sexto mandato a Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994.
Según el recuento oficial, Lukashenko obtuvo el 80,1% de los votos, seguido de la opositora Svetlana Tijanóvskaya, con el 10,12%.
La oposición bielorrusa denunció numerosas irregularidades electorales y exigió una repetición de los comicios, opción que Lukashenko descartó.