"Si todo va bien y sin prisa, esperamos que en primavera ya tengamos la fórmula para poder comercializar una vacuna completamente italiana", acotó Vaia, al contestar a las preguntas de los periodistas.
En sus palabras, los científicos italianos empezaron la primera fase de la experimentación, "que es la fase típica de seguridad y será la fase de la inmunogenicidad, en la cual la dosis inoculada dentro del organismo tiene que estimular la producción de los anticuerpos capaces de bloquear la reproducción del virus".
Además de trabajar en su propia vacuna, Italia participa en la elaboración de la vacuna de la empresa farmacéutica AstraZeneca, para la cual produce el vector viral y realizará el envasado.
Sin embargo, las perspectivas de esta última vacuna no están claras, ya que este 9 de septiembre AstraZeneca comunicó la interrupción del ensayo después de que uno de los voluntarios, que la había probado, presentara una enfermedad inexplicada.
Desde la empresa británica aseguraron que investigarán de inmediato el caso para minimizar un posible impacto en los plazos de la tercera fase de la vacuna basada en un virus del chimpancé.