Tijanóvskaya, Kanopatskaya y Dmítriev recurrieron los resultados de las recientes presidenciales, exigiendo que las elecciones se declararan inválidas y abogando por celebrar unos nuevos comicios.
"Puesto que la Comisión Electoral Central (CEC) no tomó la decisión de declarar inválidas las elecciones y esta cuestión no es competencia del Tribunal Supremo de la República de Bielorrusia, la denuncia de Tijanóvskaya sobre la invalidez de las elecciones no será considerada por el tribunal porque tales exigencias quedan fuera de su competencia", dice la disposición del tribunal respecto a la denuncia de Tijanóvskaya.
Las mismas decisiones se tomaron en relación con las denuncias de Kanopatskaya y Dmítriev.
Sin embargo, Maxim Znak, abogado de Tijanóvskaya ya afirmó que su equipo recurrirá el rechazo del Tribunal Supremo de considerar su denuncia y continuará las acciones dirigidas hacia el restablecimiento de la ley y la justicia.
Al mismo tiempo, Znak admitió que los abogados no esperan que el tribunal satisfaga su denuncia y recomendó a los ciudadanos recurrir a las fuerzas del orden exigiendo llevar a cabo una investigación de la diferencia entre los votos reales que supuestamente obtuvo Tijanóvskaya y los indicados en los protocolos oficiales de la CEC.
Bielorrusia es escenario de fuertes protestas a raíz de las elecciones presidenciales del 9 de agosto que revalidaron el sexto mandato del presidente Alexandr Lukashenko, quien permanece en el poder desde 1994.
En los primeros días que siguieron a la votación, los agentes de seguridad dispersaron con gas lacrimógeno, balas de goma, cañones de agua, granadas aturdidoras e incluso fusiles con acción de bombeo a los miles de manifestantes que protestaban por un supuesto fraude electoral. Miles de personas fueron detenidas, al menos ocho se dan por desaparecidas y tres fallecieron.
Las escenas de violencia cesaron en los días siguientes, pero las protestas continuaron y trascendieron de la calle a algunas cadenas de televisión públicas y compañías industriales, que se declararon en huelga.
La oposición bielorrusa exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko ha descartado en términos contundentes.